Este jueves desde las 10:00 de la mañana, en uno de los salones de la Parroquia San José de Melipilla, fue realizada la primera clase de Biondanza para la comunidad migrante.
La instrucción, estuvo a cargo de la facilitadora Valeria Muñoz Garrido, quien logró que las participantes unieran lazos, se abrazaran, se despejaran y vivieran un momento único para ellas.
Damas provenientes de Haití, Venezuela, Argentina, Chile y Bolivia, participaron en esta oportunidad; sin embargo, la invitación está abierta para todas las nacionalidades. El segundo encuentro, será el próximo jueves 4 de julio a la misma hora descrita en el párrafo anterior.
Al respecto, Valeria Muñoz, comentó que fue una experiencia maravillosa que seguirán repitiendo y acotó, que las primeras vivencias de las personas son de movimiento, por lo tanto, “con la Biodanza nos ayudamos a conectar con nosotros mismo, ya que, el cuerpo es danza y con ella, podemos conectarnos con la humanidad de forma afectiva”.
Vale el momento para resaltar, que durante esta actividad, las participantes danzaron a través de varias estrategias que les iba informando la facilitadora, quien recordó que la Biodanza fue creada por el chileno Rolando Toro Araneda, como sistema o disciplina humana se puede definir de muchas formas, desde distintos puntos de vista, dependiendo cada una de estas definiciones del aspecto que de ella se quiera enfatizar.
Fueron muchos los abrazos que destacaron en este encuentro, donde cada una de las damas aprovecharon de drenar sus emociones considerando que hoy en día, muchas de ellas, están lejos de sus familias.
Este evento contó, con el apoyo de Caritas Melipilla y Melipilla Sin Fronteras, quienes constantemente están haciendo labores a beneficio de la comunidad migrante.
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