STARTUP AGROURBANA, PIONERA DE AGRICULTURA VERTICAL EN LATINOAMÉRICA, LEVANTA RONDA DE FINANCIAMIENTO CERCANA AL MILLÓN DE DÓLARES

AgroUrbana SpA cerró una ronda de financiamiento por un monto cercano al millón de dólares, con el objetivo de proveer a la compañía los recursos necesarios para su plan de desarrollo y optimización de su tecnología, crecimiento, apertura en el mercado y el desarrollo de su primera planta de escalamiento comercial, pudiéndose así consolidar en el mercado como pioneros en Latinoamérica de la Agricultura Vertical.

 

Gracias a esto, se podrá ampliar la producción de hortalizas en espacios de clima controlado, garantizando la entrega de alimentos sanos, frescos y locales a los consumidores. Ello, supone una revolución significativa, ya que su tecnología agropecuaria permite ahorros de un 99% del suelo ocupado y de un 95% del agua para producir la misma cantidad de vegetales, con una mejor calidad.

 

El Lead Investor de esta ronda fue CLIN Fondo de Inversión Privado[1], administrado por ChileGlobal Ventures, área de capital de riesgo de Fundación Chile. El Fondo cuenta con apalancamiento de CORFO y aportantes privados: Engie Factory, Entel, Zoma Capital y la misma Fundación Chile. CLIN concurrió con 33% de los fondos de la ronda, siendo el resto aportado por Family Offices e Inversionistas Individuales.

 

“Los fondos levantados en esta ronda le permitirán a AgroUrbana completar la fase de pilotaje y preparar el camino para iniciar nuestra fase de escalamiento durante el año 2021. El año pasado, construimos en Quilicura la primera granja vertical de Latinoamérica. “El conocimiento, desarrollo de tecnología y las eficiencias en el proceso que hemos adquirido en nuestras instalaciones nos están demostrando el aporte que la agricultura vertical tendrá en el futuro. Estamos muy contentos por el apoyo de CLIN para llevar a AgroUrbana hacia una nueva etapa”, explica Cristián Sjögren, co-fundador de AgroUrbana y Gerente General.

 

Pablo Bunster, co-fundador de Agrourbana y Gerente Comercial, agrega: “Si no empezamos a producir más y mejor con menos, la ecuación simplemente no va cuadrar. Por un lado debemos enfrentar el aumento de la población y su creciente urbanización, lo que implica una mayor demanda por alimentos, y por el otro, se debe responder a las sequías y a la necesidad de disminuir las emisiones. Esto ya lo están internalizando los consumidores, que cada vez se muestran más críticos, vetando productos ya sea por su baja calidad, falta de trazabilidad o impacto ambiental a la hora de decidir su compra”.

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