Los nietos de la escultora judía Chana Orloff (1888-1968) relatan desde París su insoportable espera. Orloff, Exiliada de Ucrania a Francia en 1905 junto a su familia, escapó a la redada del Velódromo de Invierno organizada contra los judíos en París y huyó a Suiza en 1942. Un año después, todos sus bienes fueron expoliados por los nazis.
Tres familiares muertos y otros siete, entre ellos tres niños, presuntamente secuestrados por Hamás o desaparecidos. Los nietos de la escultora judía Chana Orloff (1888-1968) relataron desde París a la agencia internacional, AFP, su insoportable espera.
La familia de esta escultora vanguardista, cuyos bienes fueron expoliados por los nazis en 1943, forma parte de los fundadores del kibutz de Beeri, a cuatro kilómetros de la frontera con Gaza.
La localidad sufrió una de las peores masacres del ataque cometido por Hamás el 7 de octubre: 85 de sus habitantes fueron asesinados y una treintena están desaparecidos o secuestrados por Hamás. Entre estos hay varios miembros de la familia Orloff.
«Lo importante antes que nada ahora es la defensa de estos rehenes, gente inocente», dice Eric Justman, de 70 años.
«Reclamamos que la Cruz Roja pueda verlos y (obtenga) pruebas de vida», añade su hermana Ariane Tamir, de 75 años, en el taller-museo Chana Orloff, donde se exponen las esculturas de bronce y madera creadas por su abuela.
En el marco de las negociaciones con Hamás, Israel suministró a las familias afectadas una primera lista de las personas que deberían ser liberadas por el movimiento palestino.
En ella no aparece «ninguno» de sus familiares, explican en una entrevista concedida el viernes después de las primeras liberaciones realizadas en virtud de la tregua temporal entre Israel y Hamás.
El 7 de octubre, su familia, entre ellos tres niños de 3, 8 y 12 años, estaban reunidos para un «día de fiesta» en el kibutz de Beeri, fundado en 1946 por la sobrina de Chana Orloff y su marido.
«Tres están muertos, estamos seguros», cuenta Justman.
«Las siete personas de las que no tenemos noticias no han sido identificadas y no tenemos la certeza de que estén secuestradas», explica Tamir.
Solo disponen del relato de un testigo según el cual uno de ellos fue «echado al maletero de un vehículo que iba en dirección hacia Gaza«.
El legado de Chana Orloff
La actualidad reabre las heridas de una historia familiar marcada por una letanía de persecuciones, justo en un momento en que la obra de la escultora protagoniza dos exposiciones en París.
«Estamos activos, comunicamos lo máximo posible. Es como una botella lanzada al mar que va a contribuir a su liberación y a su buena salud. Cuanto más hablemos sobre los rehenes, más valor tendrán y menos opciones habrá de que sean asesinados por Hamás», dice Eric Justman.
Su hermana ve «ecos de la historia» en este «drama terrible», que «ha golpeado a militantes por la paz, opuestos a (el primer ministro Benjamin) Netanyahu y a sus colonias» en territorio palestino.
«En la casa de mi prima Shoshan que fue volada por los aires y quemada, y de la que se llevaron a todos los habitantes, había una estatua de bronce de Chana Orloff y, según las imágenes que hemos visto, no hay rastro de ella, también se la llevaron», cuenta.
Exiliada de Ucrania a Francia en 1905 junto a su familia, Chana Orloff escapó por los pelos a la redada del Velódromo de Invierno organizada contra los judíos en París y huyó a Suiza en 1942. Un año después, todos sus bienes fueron expoliados por los nazis.
«Esta familia Orloff, con sus ocho niños (uno de los cuales murió en Ucrania antes del exilio), dejó ese país por los pogromos. Una parte de ella ha sufrido ahora otro pogromo de una violencia inimaginable con la idea de un exterminio que puede recordar a la Shoah», asegura la nieta de la artista.
Entre las esculturas que la rodean, un oso de bronce se pelea con una paloma: «Cuando miro ahora esta obra, me digo que la paloma está en mala situación».
Más historias
MIERCOLES 20 DE NOVIEMBRE DE 2024
DOMINGO 17 DE NOVIEMBRE DE 2024
VIERNES 15 DE NOVIEMBRE DE 2024