El fiscal Carlos Palma indica que se ha producido un evidente cambio en la criminalidad local y que de ello da cuenta el hecho de que, por ejemplo, los delitos relacionados con drogas han aumentado en siete veces en los últimos cinco años.
—”Me dijeron en varias ocasiones que si creía que nunca me iban a asaltar… que eso era típico de los ricos, que dónde estaba el dinero, que si no se los entregaba me matarían a mí y al resto de la familia”. Así reza parte de la declaración de un ciudadano español que, a inicios de febrero pasado, se convirtió en la segunda víctima de secuestro en Coyhaique, el cual vivió una pesadilla que se extendió por dos días y medio y que culminó cuando logró escapar de sus captores, tres chilenos, hermanos entre sí.
Menos de dos semanas antes una suerte similar corrió la primera persona en ser secuestrada en la misma ciudad Coyhaique: un ciudadano colombiano que fue plagiado en su casa por otros cuatro individuos de la misma nacionalidad, quienes lo apuñalaron en una pierna y lo trasladaban hacia un sector rural con el fin de darle muerte, pero que fueron interceptados por Carabineros, gracias a lo cual fue rescatado con vida.
Si dos secuestros en tan poco tiempo es mucho, especialmente en la región menos poblada del país, la cifra adquiere una relevancia aún mayor si se tiene en cuenta lo que indica el Fiscal Regional Carlos Palma: que nunca se habían detectado este tipo de delitos en esa zona.
Las cifras. Lo anterior coincide con otros dos guarismos.
- El primero de ellos es una estadística entregada por la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE), a inicios de 2023, que comparaba los secuestros ocurridos en la Región Metropolitana entre 2021 y 2022.
- Descontando los secuestros falsos (lo que incluye autosecuestro, llamados extorsivos donde en realidad nadie está cautivo, abandonos voluntarios del hogar, etc.), de 26 secuestros cometidos en 2021, la cifra saltó a 46 en 2022; es decir, hubo un aumento de 76% solo en Santiago.
- En el mismo sentido, los detenidos subieron de 22 en 2021 a 76 el año pasado, llamando poderosamente la atención un fenómeno nunca antes registrado: que la mayoría de las personas imputadas por secuestro eran venezolanos (44), en detrimento de los chilenos (23) seguidos por colombianos (9).
- En parte, lo anterior se explica por la detención (en noviembre del año pasado) de 18 sujetos de origen venezolano, en una diligencia de la Fiscalía Centro Norte y la PDI, que estaban vinculados a dos facciones del Tren de Aragua (Los Orientales y Los Valencianos), y que habrían cometido a lo menos una decena de secuestros extorsivos contra víctimas chilenas, venezolanas, una peruana y una china.
- La segunda cifra, que destaca el Fiscal Palma, dice relación con el decomiso de drogas en la Región de Aysén, los cuales —apunta— se han incrementado siete veces en los últimos cinco años, a tal punto que en 2021 se creó un equipo especial en materia de tráfico de drogas en esa región. Así, en octubre del año pasado se identificó y detuvo a una asociación ilícita que compraba cocaína en la Región de Tarapacá, para luego venderla a precios muy elevados en Aysén.
- Otros hechos relevantes en la materia fueron las sentencias obtenidas en contra de nueve narcotraficantes, entre los cuales se encontraba el hijastro de una jueza de Garantía, Cecilia Urbina Pinto, quien fue condenada por dos delitos de revelación de secreto, pues informó a su esposo e hijastro de que estaban siendo investigados y que la PDI había intervenido sus comunicaciones, luego de acceder a antecedentes reservados del sistema informático del Poder Judicial.
- Palma señala que junto con el aumento de los volúmenes de drogas y de detenidos es cada vez más frecuente también el hallazgo de cocaína y drogas sintéticas, y ello ha derivado también en varios hechos de violencia que prefiere no especificar, dado que son materia de investigación.
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