Entregaron a los rehenes al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Rafah, cerca de la frontera de ese territorio palestino con Egipto.
Milicianos islamistas liberaron este martes a 10 mujeres israelíes y a dos extranjeros retenidos como rehenes en Gaza a cambio de 30 presos palestinos, en el quinto canje posibilitado por una prolongación de 48 horas de la tregua entre Israel y Hamás.
Combatientes enmascarados de Hamás, en el poder en la Franja de Gaza, y de la Yihad Islámica entregaron a los rehenes al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Rafah, cerca de la frontera de ese territorio palestino con Egipto, informó un fotógrafo de AFP.
La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu indicó que diez israelíes y dos personas de nacionalidad tailandesa, que forman parte del grupo de cerca de 240 secuestrados desde el 7 de octubre, fueron liberadas y el ejército afirmó que todas se encontraban ya «dentro de territorio israelí».
Los servicios penitenciarios de Israel declararon poco después que 30 presos palestinos, todos mujeres o menores de 19 años, fueron liberados en virtud del acuerdo alcanzado la semana pasada con la mediación de Catar, Estados Unidos y Egipto.
El portavoz de la cancillería catarí, Majed Al Ansari, dijo que las israelíes liberadas eran nueve mujeres y una niña. Entre ellas figuran dos argentinas y una filipina, todas con doble nacionalidad.
La tregua de cuatro días entre Israel y Hamás debía concluir este martes, pero se prolongó hasta el jueves a las 05H00 GMT para permitir la liberación de 20 rehenes israelíes y de 60 presos palestinos suplementarios.
Vigente desde la madrugada del viernes, el acuerdo permitió ya la liberación de 60 rehene en manos de Hamás en la Franja de Gaza y de 180 palestinos encarcelados en Israel.
Otros 21 rehenes, en su mayoría trabajadores tailandeses en Israel, fueron liberados por Hamás al margen de este acuerdo.
Israel lanzó su ofensiva contra la Franja de Gaza después del sangriento ataque de Hamás del 7 de octubre, en el que unas 1.200 personas murieron y 240 fueron secuestradas, según las autoridades israelíes. Entre los muertos hay más de 300 militares o integrantes de las fuerza de seguridad.
En Gaza, sometida desde entonces a incesantes bombardeos y a una operación terrestre desde el 27 de octubre, murieron 14.854 personas, entre ellas 6.150 menores de 18 años, según el Ministerio de Salud del enclave palestino.
«Liberar a todos los rehenes»
Aunque presionados por la sociedad civil para conseguir el regreso de más rehenes, tanto el ejército como el gobierno israelíes reiteraron en los últimos días que reanudarán los combates para «eliminar» a Hamás.
«Vamos a liberar a todos los rehenes», declaró Netanyahu el martes. «Destruiremos esta organización terrorista (Hamás) y nos aseguraremos de que Gaza deje de ser una amenaza para el Estado de Israel», añadió.
En Tel Aviv, manifestantes pidieron la liberación de un bebé de 10 meses, Kfir, capturado en el kibutz Nir Oz el 7 de octubre junto a su hermano Ariel, de 4 años, y sus padres.
Pese a la pausa en los combates, un periodista de la AFP en la ciudad de Gaza vio el martes al ejército israelí disparar tres proyectiles hacia decenas de civiles que intentaban acceder al barrio de Sheikh Radwan. El reportero constató un herido.
El ejército afirmó que «varios sospechosos se acercaron a las tropas israelíes» y que un tanque efectuó «disparos de advertencia». Los movimientos palestinos denunciaron «violaciones de la tregua» por parte de Israel.
El ejército israelí denunció por su lado la detonación de tres artefactos explosivos cerca de sus fuerzas en el norte de la Franja de Gaza, «violando el marco de la pausa operativa», y que «terroristas» dispararon contra sus soldados, que respondieron.
La mediación continúa
En Beitunia, en Cisjordania ocupada, la recepción de los presos excarcelados la noche del lunes al martes terminó con enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes en las que un joven palestino murió «por disparos», indicó el Ministerio de Salud palestino.
La misma fuente anunció este martes la muerte de otros dos palestinos a manos de soldados israelíes en Cisjordania.
Los mediadores trabajan para prolongar la tregua más allá de las 48 horas suplementarias. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, viajará a finales de semana a Israel y Cisjordania ocupada.
Los jefes de los servicios de inteligencia estadounidenses e israelíes se encuentran en Doha, capital de Catar, para discutir la «siguiente fase» del acuerdo, según una fuente al tanto de esas negociaicones.
Ayuda aún insuficiente
La Franja de Gaza sufre además un asedio total por parte de Israel que ha provocado una dramática falta de suministros esenciales.
La agencia de la ONU para la Infancia (Unicef) celebró la entrada de varios centenares de camiones cargados de ayuda desde el 24 de noviembre, gracias a la tregua, pero advirtió que dista de ser suficiente.
«Es un buen comienzo. Ciertamente, el tipo adecuado de ayuda, combustible, medicinas, alimentos», declaró el martes por video desde Gaza su portavoz, James Elder, añadiendo que «hay que multiplicar la ayuda».
La Organización Mundial de la Salud (OMS) constató un «aumento masivo» de ciertas enfermedades contagiosas.
«Sufrimos porque no tenemos comida, agua, no nos traen ninguna ayuda», lamentó Fuad Hara, palestino padre de cinco hijos, desplazado por los combates desde ciudad de Gaza hacia el sur del territorio.
Más de la mitad de las viviendas del territorio resultaron dañadas o destruidas por la guerra, que provocó el desplazamiento de 1,7 de los 2,4 millones de habitantes de la Franja, señaló la ONU.
«Intento encontrar recuerdos de mi casa», contó un palestino de Al Zahra, mostrando las montañas de escombro donde antes estaba su hogar, destruido por los bombardeos israelíes.
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