Este tipo de delitos muestra un descenso de 1,9% menos que a la misma fecha del 2022. Jorge Abatte, jefe de la BH Sur, valora el «fortalecimiento de la investigación criminal».
Considerando desde el 1 de enero al 21 de mayo de este año, la Policía de Investigaciones reporta 337 homicidios a nivel nacional. Una cifra que es un 2,6% menos que los 346 que había en el mismo período del año pasado.
Así también se han registrado 11 femicidios, 7 parricidios y un infanticidio. Todo esto da un total de 356 crímenes investigados, siendo 1,9% menos que los 363 que los del 2022.
Ahora, si se hace el desglose de homicidios región por región, la mitad de ellas ha tenido aumento y la otra mitad descenso en cuanto a las víctimas de este tipo de delitos.
En cuanto a las que han incrementado sus caso, y siempre de acuerdo a cifras entregadas por la PDI, Aysén es la que presenta los peores números rojos, ya que el 2022 no tenía homicidios hasta esta fecha, y en lo que va del 2023 ya tiene cuatro (400%).
Otra que está en alerta es Maule, que dobló sus homicidios, pasando de 10 el año pasado a 20 ahora (100%).
En la otra vereda están las que han ido bajando. Y ahí destaca Ñuble, con un descenso del 66,7% tras pasar de 12 a ahora solo cuatro.
Luego aparece Arica y Parinacota, que tiene una disminución del 50%, ya que antes registraba 16 víctimas, y hasta ahora solo ocho. En esta zona la fiscalía regional ha destacado que en gran parte se debe al desbaratamiento de «Los Gallegos», facción del Tren de Aragua en la región y donde ya hay 45 detenidos.
En cuanto a la modalidad utilizada para cometer los homicidios, las armas de fuego siguen siendo las más utilizadas, teniendo ya 201 víctimas. Las armas cortantes suman 119, elementos contundentes 19 y otras modalidades 17.
De las cifras entregadas por la PDI también se aprecia que 327 son de género masculino y 29 del femenino.
Otro dato relevante es que de las 329 víctimas por homicidios, 293 son chilenas. Luego aparecen los de nacionalidad colombiana (19), venezolanas (18), haitianas (5), peruanas (4), bolivianas (2), mientras que hay una víctima de Argentina, otra de Ecuador y una de Siria.
Este último caso corresponde al empresario de ropa por kilo que tenía un local en Estación Central y que fue asesinado en agosto del año pasado por un sujeto de nacionalidad peruana, y quien la semana pasada fue detenido.
Jorge Abatte, jefe de la Brigada de Homicidios Metropolitana Sur, señala que el descenso «se ha potenciado el trabajo de la investigación criminal puntualmente y el insumo que se le ha entregado también al Ministerio Público, lo cual hace ver una mayor efectividad para este tipo de delitos».
El prefecto agrega que en «los últimos años hemos pasado desde los homicidios donde había un autor conocido, o había una relación entre víctima y victimario, a esta brecha del imputado desconocido, donde no hay una relación entre estas dos personas, víctima y victimario».
También apunta que «este tipo de delitos no se está generando solamente de uno a uno, sino que a veces nos encontramos con diversos disparadores en contra de una víctima, como también la utilización de vehículos para disparar desde el interior de ellos».
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